El pasado 18 de junio ha muerto José Saramago, un pensador independiente, sensato y valiente; un utópico pesimista que ha dedicado su vida a la rebelión contra la injusticia. Saramago es un referente que a muchos nos ha dejado huérfanos, “yo no escribo para agradar o desagradar; yo escribo para desasosegar”, esta frase resume en pocas palabras la vida y obra de este ilustre escritor.
Hace unos días recibí un correo con un enlace a un corto que se presentó a los premios Goya basado en un cuento de Saramago.
El texto del cuento se puede leer en éste otro enlace: http://enlavalla.wordpress.com/2007/02/20/la-flor-mas-grande-del-mundo-jose-saramago-y-joao-caetano/
El texto del cuento se puede leer en éste otro enlace: http://enlavalla.wordpress.com/2007/02/20/la-flor-mas-grande-del-mundo-jose-saramago-y-joao-caetano/
El diario oficial de la santa sede calificó a Saramago de “extremista populista de ideología antirreligiosa”, lo de extremista suena irónico en boca de los seguidores de Ratzinger.
La muerte de José Saramago es una mala noticia para el pensamiento libre, en un mundo donde los poderes económicos y mediáticos intentan convencernos de los beneficios del individualismo, Saramago fue como él mismo llegó a decir, “una mosca cojonera”.
Descanse en paz.
Descanse en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario