El color de mi cristal: No hemos aprendido a vivir

La frase es de José Luis San Pedro, "No hemos aprendido a vivir", la ciencia ha avanzado increiblemente, disponemos de una tecnología inimaginable hace pocas décadas, pero no hemos aprendido a vivir, ni hemos aprendido de los errores pasados.

Los hechos acaecidos en los últimos días en Madrid durante la visita del Papa me escandalizan y me indignan profundamente, Policías apaleando a periodistas, manifestantes del movimiento 15M e integrantes de organizaciones laicas que se manifestaban en contra de la utilización de los recursos públicos en favor de un acto privado.

Digo que no hemos aprendido nada porque esta policía me recuerda mucho a los grises de otra época y que tantas carreras me hicieron dar. Sé que algunos pensaréis que posiblemente los manifestantes provocaron a la policía y a los peregrinos que por allí pasaban, yo no estuve en esta manifestación y no puedo dar ninguna opinión al respecto, pero sí he acudido a diferentes actos y concentraciones del 15M y en su mayoría son jóvenes que tienen claro que la forma de defender sus ideales pasa por la utilización de la no violencia.

Los dispositivos policiales que se han montado en la Puerta del Sol en el último mes sí son una provocación y una desmesura. Creo que el gobierno Central y la Comunidad de Madrid se están equivocando enfrentando a las fuerzas de seguridad de esta manera contra quienes se manifiestan pacíficamente y en algún momento se les volverá en contra.

En el fondo de estos hechos se esconden muchos prejuicios de la derecha española y la ineptitud que ha demostrado el partido en el gobierno, (libreme el Papa de llamarles de izquierdas). Claramente se están equivocando y no quieren darse cuenta de que esta guerra no la van a ganar, porque quienes toman la Puerta del Sol tienen las ideas más claras que nuestros insignes políticos, porque los retos que tenemos por delante son mucho más importantes de lo que los actuales gobernantes son capaces de ver.

Tenemos que aprender a vivir, porque los dogmas del siglo XX, el consumismo desmesurado y el crecimiento infinito ya no son fórmulas válidas para este siglo.